El pasado martes 17 de octubre se conmemoró el 70 aniversario del voto de las mujeres en nuestro país, por lo que, es importante reflexionar que implicaciones ha tenido esto y qué retos se nos siguen presentando para las mujeres y la sociedad en el pleno ejercicio de los derechos político electorales de nosotras. Porque si bien el poder votar y ser votada (electa) es uno de estos derechos, no es el único, además de que, el tener reconocido dicho derecho no garantiza que todas las mujeres lo ejerzan a cabalidad.
Desde 1916 en el Primer Congreso Feminista celebrado en Yucatán se veía la necesidad de reconocer el derecho de votar y ser votada de las mujeres, pues antes de ello, no se nos consideraba con una ciudadanía plena, lo que no solo impedía el voto, si no el ejercicio de otros derechos. Así está entidad fue la primera en reconocer el derecho de las mujeres en 1922, pero fue hasta 1953 que se logró de manera federal.
De acuerdo a datos del Sistema de Consulta Estadística de las Elecciones de INE, en el proceso electoral federal inmediato interior hubo una participación ciudadana del 48.9 por ciento de mujeres y 42.6 por ciento de hombres, es decir, votaron más mujeres que hombres; sin embargo en la elección de mujeres en puestos de elección popular, es decir, del derecho de ser electa, la situación es diferente, pues según el Boletín N°3 de este año de INMUJERES, hasta la fecha ninguna mujer ha sido electa para el cargo de la presidencia del país, mientras que actualmente solo 9 mujeres gobiernan una entidad federativa, es decir, menos del 28.1 por ciento, para el caso de Diputaciones federales y locales y Senadurías la participación de mujeres se ha logrado paritaria; pero en el caso municipal solo tenemos electas 522 Presidencias mujeres en el país, que equivalen el 25 por ciento.
Mientras que, de manera estatal actualmente solo tenemos 15 de 84 Presidencias municipales encabezadas por mujeres, lo que equivale al 17.85 por ciento. Por otro lado nunca hemos tenido ninguna mujer encabezando la Gubernatura de nuestro estado, y solo se han postulado 3 mujeres para dicho cargo, la primera en 1981 siendo María de los Ángeles Hernández Zacatenco, en 2010 Xóchitl Gálvez y en 2022 Carolina Viggiano. En cambio, en el Congreso del Estado desde el 2016 se ha logrado una integración paritaria.
Lo que demuestra que aún falta mucho para alcanzar el pleno ejercicio de las mujeres en el derecho de votar y ser votadas, y más aún en un contexto igualitario, reconociendo además la diversidad de mujeres, desde una perspectiva interseccional e intercultural, pues como en el caso de las mujeres indígenas su participación política electoral se ve en algunas ocasiones más afectada, y de ahí la necesidad de aplicar acciones afirmativas. Aunado a ello, la necesidad de erradicar la violencia política en razón de género, que en los últimos años sea visibilizado con mayor vehemencia.
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