La actual legislatura del Congreso local tiene como personajes a personas que buscan figurar, pero con su ignorancia y abuso del alcohol.
Y es que les hace mucha falta, a todos, un cursito de oratoria, que los fogueen para atender a los medios de comunicación o salir bien librados de las preguntas que les hagan.
Es increíble que no sepan ni cuál es el proceso legislativo a seguir para una iniciativa o algo ya aprobado, que no sepan preguntar y crean que con solo adular a alguien están haciendo mucho por el país o el estado.
Pero no conformes con eso, están aprobando leyes o reformas que en verdad ponen en riesgo el rumbo del país, lo peor de todo es que lo aplauden como si en verdad fuera un logro, como si estuvieran aprobando algo que beneficie a México.
El más reciente chistecito fue la aprobación de la supremacía constitucional, la cual no esperaron ni una hora cuando ya la estaban aprobando. Sin leer ni conocer lo que en verdad implica esa reforma.
Y es que el Senado la aprobó el miércoles en la noche y minutos después hizo lo propio el Congreso del estado. Tal cual lo hicieron con la reforma judicial, que la aprobaron sin chistar.
Lo único que espero es que el karma los alcance más temprano que tarde y que cuando busquen acceso a la justicia les toque uno de sus jueces corruptos, esos a los que van a proponer y al final se inclinará por quien le pague mejor el fallo que quiere. O que cuando Morena deje de ser gobierno, llegue alguien de otro partido y cambie la Constitución así como lo están haciendo ahora, arbitrariamente, y no puedan impugnar la modificación.
Ojalá que la justicia no les llegue tarde, porque quiero ver cómo van a justificar que la justicia no se esté dando como quieren o pensaban, que los juzgados estén plagados de más y más corrupción, de más y más familiares de jueces o magistrados , que se hagan cosas que no les convenga o que los metan al tambo sin poder tramitar un amparo porque quien antes era su amigo ahora es su enemigo e íntimo del juez al que ayudo a llegar hasta donde está.
Necesitamos que Morena comience a conocer los efectos de sus atropellos, de su supremacía. Porque yo no sé de qué se quejan de las renuncias de magistrados, jueces y ministros para quedarse con sus prestaciones millonarias si era más que obvio que así iba a ser. De tontos se van con las manos vacías.
Ahora que no venga Morena a decir “se los dije” cuando era más que obvio y ellos solo provocaron jubilaciones adelantadas y que la corrupción se multiplique, que para el próximo año se triplicará.
Para rematar, solo decir que un diputadillo local de Hidalgo llegó hasta las manitas a la sesión del Congreso el miércoles y le gritó su amor a otra diputada. Y aunque era más que obvio que iba en un estado muy inconveniente (EBRIO), nadie hizo nada, porque a Morena le vale cómo vayan, siempre y cuando su borrachera no afecte la cordura del diputado para votar a favor de las tonterías que plantean.
Pero en fin, vivan lo votado, porque se tiene el gobierno que merece.
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