En marzo, el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Octavio Castillo Acosta, rendirá su primer informe de actividades, pero, ¿Qué es lo que va informar?
¿Acaso mencionará en su discurso la falta de compromiso por atender las problemáticas de su comunidad universitaria?, que lo único que sabe hacer es generar un problema para cada solución y que sabe hacer de un desacuerdo un zafarrancho con golpes hacia jóvenes y mujeres que lo único que buscaban era la garantía de una educación de calidad.
Tal vez se atreva a informar que le quedó grande el puesto, pues a pesar de violar sus propios estatutos, esos que tanto defiende cuando le conviene, permitió que siguiera con impunidad en el cargo Esteban Rodríguez, expresidente del Consejo Estudiantil Universitario de Hidalgo (CEUH), que se violentaran como antaño los derechos de los estudiantes, que se dieran bajas estudiantiles y cierre de grupos solo para seguir reprimiendo jóvenes.
Ojalá informe de todo lo que hizo mal, pues aunque quiera anunciar con bombo y platillo que el proceso para elegir al nuevo líder estudiantil ya está en marcha, eso no lo eximirá de todo lo que provocó el pasarse por el arco del triunfo y hacer oídos sordos a las problemáticas estudiantiles.
El rector Octavio Castillo, de quien se presumía desde el año pasado su renuncia por su negligencia, lo único que ha hecho este año es esconderse en lo más profundo de rectoría y no siquiera salir a que le dé el sol, pues lo único que sabe hacer es meter la pata cada vez que abre y no abre la boca.
Pero también sus funcionarios no los ayudan, pues en lugar de la que defensora universitaria, Elsa Ángeles, garantice que se respeten los derechos de los estudiantes, también arremete contra ellos y no sabe controlar su irá, enojo o desacuerdo.
No es lo mismo decirle, con voz calmada y en modo zen, a un estudiantes, que lo que realiza fuera de la universidad es personal, a decir, con voz fuerte y amenazante, que con su centro cultural no se meta; pero bueno, que se le puede pedir a un feminista a la que ya no la quieren sus feministas, qué se puede esperar de una persona que cambio hace años luego de dejarse corromper por los poderosos, qué se puede esperar de alguien que a últimas ya solo ve por su bienestar y ya le valen los derechos de los demás.
Ojalá Octavio Castillo y Elsa Ángeles, informen sobre los casos de acosos sexual en contra de las estudiantes y cómo han inactuado en estos; ojalá informen sobre cómo han hecho caso omiso a los señalamientos de los estudiantes sobre diversos actos de corrupción, amedrentamiento y violación al derecho ala educación; ojalá y hablen sobre todas las veces que han violado la normativa universitaria tan solo en un año; ojalá y hablen de lo mal que la universidad está actualmente y que solo sobreviven porque tienen palancas en el Congreso de la Unión y el Congreso de Hidalgo.
Pero ya veremos cómo los va ahora que Grupo Universidad no fue considerado entre las candidaturas de Morena y ante la indudable derrota que tendrán al postularse con el Partido del Trabajo.

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