“Yo siempre cuidé a mi hija, mi error fue haber confiado en las personas equivocadas” afirmó ayer la señora Margarita Ortega, madre de Camila, la niña de 8 años secuestrada y asesinada en Taxco, Guerrero.
Señaló que ella no tiene la culpa de lo que sucedió, pues siempre ha estado al pendiente de sus tres hijas; “el problema fue haber confiado en la amiga de mi hija y su familia, no es la primera vez que iba a jugar con ella, incluso la hija de Ana Rosa iba a mi casa a jugar con mi hija, ella quería mucho a su amiga”.
Esto luego de que el jueves el secretario de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Protección Civil de Taxco, Doroteo Vázquez, responsabilizó de lo ocurrido a Margarita, por no cuidar a su hija. Luego, el funcionario ofreció una disculpa.
Ana Rosa es la mujer que murió linchada por una turba que la sacó de su domicilio, junto con dos de sus hijos. La acusan de ser la responsable del feminicidio de Camila, niña de 8 años que fue reportada como desaparecida el miércoles, tras acudir a nadar a la casa de su amiguita, hija de Ana Rosa.
Otras grabaciones muestran a Ana Rosa y a su pareja, un taxista que el viernes fue aprehendido por las autoridades, saliendo de su domicilio con un cesto de ropa y una bolsa negra que metieron a la cajuela del taxi.
La bolsa negra con los restos de Camila fue hallada en un matorral el jueves. Tras ello, la multitud acudió a la casa de los presuntos secuestradores, quienes pedían 200 mil pesos por el rescate, los sacaron y golpearon. Los dos hijos de Ana Rosa se encuentran lesionados en un hospital.
Margarita, la madre de Camila, continuó diciendo que el único pecado de Camila fue el haber crecido muy rápido y creer en su amiga y su mamá; todo parecía indicar que hasta la mamá cuidaba a Camila.
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