“Preocúpate el día que te miren como si fueras una persona normal. Tú mereces tener una vida extraordinaria.”
¿Recuerdas el trabajo de “mediación lectora” en la secundaria? El docente nos recriminaba el índice de lectura del mexicano, un libro por año, ¡qué barbaridad! ¿Por qué no leen jóvenes?
Entonces su lógica era exigir que leyeras el Quijote de la mancha, El Periquillo Sarniento y El canto del Mío Cid para entregar un reporte de lectura y aprobar la materia. Era terrible sentir esa imposición en la escuela, para ese entonces me parecían libros aburridos que, al abrirlos me echaba a dormir, tenía que buscar el resumen por capítulo y si bien me iba, encontraba el reporte ya hecho. Los libros en ese entonces eran un enemigo al que poníamos resistencia.
En la preparatoria, afortunadamente conocí al docente que emanaba amor por los libros, la forma en la que se expresaba y el cómo se conectaba con el alumnado era sorprendente, yo podía pasar horas escuchando lo que salía de su boca. Me preguntaba ¿de dónde saca tanto? ¿ve mucha tele? ¡No! Eran los libros. Preparatoria David Alfaro Siqueiros me motivó a leer, “mediación lectora desde el enamoramiento”, los libros no deberían ser una imposición, y el trabajo de mediación lectora es acompañarte a encontrar el libro ideal, recomendar hasta encontrar ese tema que te atrape, que te enseñe algo, sea el género que sea.
Mi primer libro; Romeo y Julieta, de William Shakespeare, una obra que en su momento me hizo llorar a mares, ese amor imposible, esa euforia del primer amor, el odio de las familias y todo lo que hacen para separarlos, la muerte trágica de estos jóvenes amantes apasionados.
Posteriormente, pusieron en mis manos: persona normal, de Benito Taibo. Una obra realmente hermosa, este libro es plan con maña, debo decir que te conecta con más autores mientras narra la historia de Sebastián, voluntariamente a fuerza buscas los libros que te recomienda Benito en esta obra.
Sebastián es un joven quinceañero que pierde a sus padres en un accidente de auto, y queda al cargo de su tío Paco, éste le cambia la vida, tuvo un encuentro inesperado con un enorme felino, conoció a uno de los últimos vampiros que viven en el DF; frente a su casa vio a un mítico personaje saltar de la góndola en la que viajaba, para rescatar a una joven de una inundación; consiguió un mapa estelar para un pobre extraterrestre perdido en la Tierra, sobrevivió el embate de un enorme monstruo marino, peleó al lado de los sioux para defender su territorio de los colonizadores... ¿Qué onda con Sebastián? ¿Acaso no es una "persona normal"?
Al terminar este libro, nada en mi vida volvió a ser igual, entendí que los libros te marcan, te transforman, se impregnan en tu mente, en tu sangre, y te vuelves esclavo del conocimiento, ¡no hay marcha atrás! Ya no serás una persona normal.
"El libro es jardín que se puede llevar en el bolsillo, nave espacial que viaja en la mochila, arma para enfrentar las mejores batallas y afrentar a los peores enemigos, semilla de libertad, pañuelo para las lágrimas. El libro es cama mullida y cama de clavos, el libro te obliga a pensar, a sonreír, a llorar, a enojarte ante lo injusto y aplaudir la venganza de los justos. El libro es comida, techo, asiento, ropa que me arropa, boca que besa mi boca. Lugar que contiene al universo" Benito Taibo.
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