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La Rueda de la Fortuna

  • Foto del escritor: Antonio Díaz
    Antonio Díaz
  • 27 jul
  • 3 Min. de lectura

"Congruencia"


Apenas en la más reciente de las sesiones ordinarias del Congreso de Hidalgo, como parte culminante de los trabajos legislativos, subió a tribuna la diputada ex perredista Hilda Miranda Miranda, ahora más morenista que Marco Antonio Rico, para exponer con bombo y platillo, como si la situación lo ameritara— una solicitud al gobierno federal para que la Secretaría de la Defensa Nacional implemente un programa de desarme civil voluntario en Hidalgo. Según ellos, lo que menos desean es que la violencia escale a mayores niveles, como si no tuvieran conocimiento —o interés en leer— sobre cómo está realmente la situación, por lo que se les hace una atenta y muy cordial invitación a darse una vuelta por…


Pero no todo queda en eso. Se ve desde muy lejos que, o no están enterados, no les interesa el tema porque viven en otra dimensión, o sencillamente buscan solamente el protagonismo y atraer los reflectores. Mientras tanto, la población en general espera que cumplan con su trabajo y dejen de opinar sobre temas que, al parecer, ignoran.


Aun así, la legisladora, en la exposición de motivos de la propuesta de acuerdo económico para exhortar a la SEDENA a implementar un programa de desarme civil en la entidad —priorizando los municipios con alta incidencia delictiva relacionada con armas de fuego— afirmó que la propuesta es impulsada, entre otros legisladores, por ni más ni menos que el presidente de la Junta de Gobierno, Andrés Velázquez Vázquez, y al menos por siete legisladores más que, en su casa, los conocen.


Y aunque parezca raro decirlo, de inmediato, en el propio Poder Legislativo comenzaron los comentarios suspicaces y risitas —casi como de burla— al señalar que este programa sería una muy buena oportunidad para que el flamante presidente de este poder diga que conoce a la prima de una amiga que, por ahí, se ha tomado algunas fotografías con armas de fuego y que incluso llegó a presumir en sus redes sociales. Así, de pura pasadita, hasta se quitaría de encima —de una vez por todas— a esa persona que se atrevió a manchar su carrera con esa simple “travesura”.


Los mismos comentarios perspicaces, que ya han escalado fuera del recinto legislativo, han sido y seguirán siendo en el sentido de que al “amigo de todos”, por su carrera intachable, recta y correcta —basada ni más ni menos que en los postulados de su partido, Morena: no mentir, no robar y no traicionar—, se le deberían aplicar esos principios a la perfección en estos momentos, para que Velázquez Vázquez salga y les diga a las instancias respectivas quién tiene o sabe de algunas inofensivas armas con las que se tomó unas inocentes fotografías.


Aunque las apuestas ya comenzaron a correr —con quienes aseguran que a este personaje le temblarían las piernas (y un poco más en medio)—, hay quienes dicen que tiene el carácter y lo suficiente para no mentir, no traicionar, no robar, pero sobre todo para no quedarle mal a su “amigo”, el pueblo. Podría así enfrentar la situación y colaborar a que haya menos armas en el estado.


De lo contrario, no solamente se vería mal impulsando una propuesta que él mismo no cumple como máxima autoridad de un poder; pero, como siempre, hay que esperar lo que suceda y calificar qué tipo de representantes tiene Hidalgo.

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