Estamos a días de que concluya el periodo de campaña con miras a las elección del 2 junio. Hay muchos exfuncionarios que están proponiendo bajar el sol, la luna y las estrellas y resolver de la noche a la mañana lo que las actuales administraciones o la oposición no pudo hacer en su periodo.
Tal es el caso de Benjamín Rico, candidato del PRI-PAN-PRD por Pachuca, quien ha ostentado varios cargos a nivel estatal, en donde pudo, de haber querido, hacer mucho por la capital del estado y no hizo nada.
Tal es el caso de la basura, pues como secretario de medio ambiente estatal tuvo en sus manos la oportunidad de hacer un relleno metropolitano, pero no, el señor prefirió hacerle la vida imposible a Yolanda Tellería, exalcaldesa panista, al echarle a los Ejidatarios de El Huixmi y decir una y otra vez que ese relleno sanitario ya no era viable, que debía cerrar definitivamente.
Manteniendo así al ayuntamiento de manos atadas, pues el único que podía licitar el servicio para el relleno sanitario era Benjamín Rico y lo único que hizo fue hacerse rico, y nada de relleno.
Pero su karma fue “perder” la alcaldía de Pachuca con Sergio Baños, vivir la peor desbandada priista y ser señalado por su larga lista de transas.
Otro que busca trabajo a pesar de haberlo hecho mal anteriormente, es Paco Olvera, exgobernador del estado y ahora candidato a diputado federal por Pachuca.
Promete bajar recursos para Hidalgo para que se pavimenten calles, para que haya mejores servicios de salud, combatir la corrupción y no sé qué más, pero la realidad es que cuando fue gobernador solo empeoró el servicio de transporte público al crear el Tuzobus, un sistema del cual se quejó hace unos meses, pues el tráfico estaba imposible al sur de la ciudad.
Se le olvidó al señor que él hizo ese transporte que en lugar de ayudar a agilizar el traslado y flujo vehicular, lo hizo más imposible, pues entre la pandemia y las horas que tiene que esperar uno para poder llegar a su destino, además del doble transporte que debemos tomar cuando ates era uno, provocó que muchos hicieran su esfuerzo y compraran un carrito para poder moverse más rápido y no perder media vida en la estación del Tuzobus y cruzando sus interminables puentes.
Sin dejar de lado caminos de terracería sin atender, elefantes blancos, entre otros.
Así como estos hombres, hay muchos más, así como mujeres, que quieren ser otra vez funcionarios públicos y arreglar el mundo desde donde estén, siendo que si no lo hicieron antes desde el puesto en que se encontraban, pues menos ahora.
Pero lo peor es que la ciudadanía les cree que van a cambiar al estado o municipio, pero la realidad es que no será así, pues mientras algunos están por padrinazgo en la candidatura, otros lo están solo por ambición personal. Pero ya veremos qué nos depara el próximo 2 de junio.
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