Desde que terminó su administración como gobernador del estado, a Omar Fayad ya lo veían como embajador de un país europeo o de Asia, pero a un año de distancia a penas se le hizo y el presidente Andrés Manuel López Obrador ya anunció que se va a Noruega.
Y aunque el PRI diga que es un premio por haber cedido Hidalgo a Morena, lo cierto es que ellos provocaron que Omar Fayad les diera vuelta a la tortilla, pues le negaron imponer a su sucesor, que era el alcalde de Mineral de la Reforma, Israel Félix Soto, y quien sin temor a equivocarme pudo haberle dado batalla a Julio Menchaca, pero prefirieron imponer a Carolina Viggiano para perder la gubernatura.
El único vendido en este caso es Alito Moreno, quien buscó poner candidata perdedora para que ya no lo persiguieron e hicieran público su enriquecimiento ilícito.
Pero bueno, creo que también es plan con maña el darle la embajada a Fayad justo días después que su Grupo Plural Independiente (GPI) anunciara su adhesión al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y que advirtieran que el exgobernador iría por una senaduría bajo las siglas del partido del tucán.
¿A caso le tendrán miedo y por eso prefieren verlo lejos antes que hacer perder a Morena en Hidalgo? ¿O será que lo quieren proteger porque ya van por la exsecretaria de Finanzas Jessica Blancas y el excontralor César Román Mora involucrados en la Estafa Siniestra y podrían echar de cabeza a Omar Fayad? Porque dicho sea de paso, en Noruega no aplica la extradición, así que en caso de que los secretarios quieran denunciar a Omar Fayad no podría hacer nada la autoridad judicial para traerlo a México y que enfrente un proceso penal.
Morena y el presidente López Obrador están jugando bien sus cartas, pues no dan paso sin huarache, y mientras el GPI busca colocarse en un partido, ya sea PVEM o Movimiento Ciudadano, Omar Fayad será sacado de la ecuación, pues es el más fuerte de todos los del GPI que podría atraer votos a su grupo y desbancar a Morena, aunque en Hidalgo no se ve que tenga un futuro prometedor.
Por cierto, lo bueno es que Fayad ya encontró otra forma de vivir si es que su vida política no tiene futuro o lo de la embajada de va por la borda, y es que como DJ podría funcionarle aunque sea para tomar gratis y figurar en las fiestas.
Para rematar mi columna, no me resta más que decir que la UAEH cada vez va de mal en peor, pues mientras le recrimina a la procuraduría que hay persecución de estudiantes y que su actuar en las investigaciones de los hechos registrados el 19 de septiembre son imparciales, el procurador se encargó de decir que la universidad es quien no está cooperando ni siquiera para sacar adelante su denuncia.
Esta actitud de la universidad solo refuerza lo que muchos piensan, que la universidad sí ordenó atacar a los estudiantes y que Esteban Rodríguez Dávila fue el títere que usaron para sus fines malvados. Tan es así que Esteban está escondido como rata, y no precisamente en uno de los antros que acostumbra, sino en otros país, pues después de aventar la piedra prefirió esconder la mano y dejar morir solo a su compañero que fue detenido esta semana y enfrentó audiencia inicial sin apoyo de la UAEH, que en primera instancia lo aventó al matadero asegurando que sería protegido y que a la mera hora lo dejó a su suerte.
La universidad está cavando su propia tumba y nadie le ha avisado; es la peor gestión que se ha tenido en años y morirá en su propio charco de sangre por la ineptitud de su rector, Octavio Castillo Acosta.
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