“Recordar tu primer pulque es llevarlo en el corazón”.
El pasado 5 de febrero se celebró el día nacional del pulque, bebida ancestral que a muchos les causa disgusto, pero a otros nos causa amor y placer al mismo tiempo. Algunos artículos de la UNAM y el IPN citan que el pulque es una bebida rica en aminoácidos y encimas, contiene vitaminas y minerales, le falta un solo grado para ser carne. En lugares donde escasea el agua el pulque es la única opción, y es que es una bebida diurética que inhibe el crecimiento de las bacterias, evita cierto tipo de infecciones intestinales, reduce el colesterol y refuerza las defensas, además se cree que ayuda a las mujeres a producir más leche y de mejor calidad, las madres mazahuas lo hacían. En el valle del mezquital las mamás le daban un poco de pulque a los bebés antes de cada biberón para fortalecer sus defensas.
Pulque en otomí es ñogi, en purépecha le llaman urapi. También le dicen tlachicotón, neutle, tlapehue, tlamapa, caldo de oso, baba de oso o baba de los dioses.
Yo crecí con un abuelo amante del pulque, ¡un juez difícil de complacer! porque conoce y ha degustado lo que se dice ser “un buen pulque”, él me enseñó la técnica del alacrán, ¡una creencia curiosa! Básicamente debes lanzar al piso lo que sobra de tu tarro, sí el chorrito forma un alacrán, quiere decir que era pulque del bueno.
El pulque, el mezcal y el tequila son parientes. Estas 3 deliciosas bebidas se obtienen de la misma familia de plantas: el agave, más no de la misma forma ni de la misma especie. Para hacer pulque se necesita de un maguey pulquero (Agave salmiana) conocido también como maguey manso o de montaña.
El origen de esta bebida es tan ancestral y ceremonioso que se remonta antes del año 200 d. C. Muchas veces al año se celebraba Ometochtli en el imperio mexica. En este día se honraba a las deidades no con sacrificios ¡sino con pulque! Personas adultas e infancias lo bebían hasta quedar embriagados por su ácida y blanca miel. Bebida de dioses sí, pero también bebida del pueblo.
En la sociedad mexica el pulque era considerada una bebida ceremoniosa. Solo se podía beber en ciertas ocasiones y rituales, era bendito porque provenía de Mayahuel, nada más y nada menos que la amada de Quetzalcoatl; de ella brotó la primera planta de maguey.
Ometochtli se traduce en náhuatl como “dos conejo” ‘ome: dos y tochtli: conejo. Uno de los cuatrocientos espíritus de los borrachos. Por eso se escucha decir; los 400 conejos de la diosa Mayahuel.
Para que puedas degustar un pulquito, el tlachiquero primero capó y raspó el maguey, después extrajo el aguamiel. Es una locura saber que puede tardar de 8 a 15 años producir la savia conocida como “aguamiel”, y que la labor del tlachiquero no es reconocida, vale la pena mencionar que ellos se tienen que levantar a primera hora, y mientras raspan las avispas les pichan las manos. Deben buscar un buen maguey, ¡y es que ya están escaseando!, los depredadores de esta planta hacen que cada vez sea más difícil la producción pulquera. ¿Quiénes son los depredadores del maguey? Los mixioteros, los barbacolleros y las plagas que matan esta planta. Finalmente, no puedo irme sin contarte un dato curioso que te volará la cabeza: En 1936 Hitler mandó hacer un documental acerca del pulque. Este documental se llama “Pulquebereitung in Mexiko”. En este filme se puede observar a trabajadores del pulque quienes lo degustan servido en una penca de maguey. También se ve al tlachiquero que corta las pencas para después libar el aguamiel.
¿Puedes creerlo? ¡El primer documental sobre el pulque fue grabado por nazis! No solo eso, sino que permaneció oculto por 70 años.
Cuentan que el führer escuchó que el pulque era la fuente de la eterna juventud, y éste, como buen dictador pensó: ¡lo necesito para seguir mi mandato!
El documental fue dirigido por Hubert Schonger (1897-1978) uno de los cineastas más famosos en la época del Tercer Reich.
El documental que se traduce como “La producción del pulque en México” dura 9 minutos y está filmada en blanco y negro, sin sonido. En la filmación aparecen tlachiqueros de Puebla y Apan, Hidalgo.
La cinta se perdió. Años después apareció en una subasta en Berlín todavía enlatada. Fue allí cuando llegó a manos del coleccionista mexicano Javier Gómez Marín, ¡y la compró por solo 40 dólares!.
Ahora que ya sabes más cosas sobre esta increíble bebida, te dejo la última recomendación: mientras bebes un tarro de pulque puedes escuchar a los Xochimilcas, agrupación que compuso dos canciones mayahueleras en la década de los años 40, una es “Pulque para dos” y la otra es “Caldo de Oso”.
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