"Toc Toc. Señor encargado de procurar justicia"
- Antonio Díaz

- hace 7 días
- 3 Min. de lectura
Columna: La Rueda de la Fortuna
Hay situaciones y hasta circunstancias en las que a los integrantes de los partidos —en general— no se les puede tomar en serio, ya que son más conocidos y reconocidos por todo lo que hacen para provecho personal de quienes dirigen a las diferentes fuerzas políticas. Pero hay casos como el ocurrido el pasado lunes, en que el diputado indígena del Partido Acción Nacional, Asael Hernández Cerón, no solo puso el dedo en la llaga, sino que hizo pensar a más de uno al señalar que lo sucedido en la comparecencia del encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia, Francisco Fernández, no tiene otra explicación más que fuego amigo.
Lo dicho por el legislador federal indígena realmente puso en duda la forma en que alguien que va a enfrentar, con o sin argumentos, a un funcionario de primer nivel, no puede tener otro consentimiento que el del titular —en este caso— de la Sexagésima Sexta Legislatura local. Claro, ese personaje que se jacta de haber llegado a todo cargo público “para hacer amigos”, y por eso no se descarta que lo ocurrido contra el procurador interino sea resultado del fuego de ese amigo.
Y comentan también que cuando don Asael dice algo es porque sí investiga y sabe lo que dice y hace; y en este caso, al querer involucrar a la única diputada local de su partido, Claudia Lilia Luna, se trata de algo que no puede permitir. Además, no se debe pasar por alto que ella es la única que se ha atrevido a ventilar la manera en que se trabaja en el Congreso del estado de Hidalgo, por lo que es y será blanco fácil de todo lo que quieran hacer ver mal en ese poder.
En ese sentido, hasta el momento los comentarios han sido de que realmente nadie más puede autorizar que algún inconforme —al que le matan un hermano y solo pide justicia— pase como si nada hasta el recinto legislativo donde se desarrollaron las comparecencias. Y efectivamente, esos malpensados coincidirán en que solamente el que se siente dueño en turno del poder legislativo podría hacerlo. Por lo que, con esos dotes que tiene el señor Fernández Hasbun, debería investigar un poco para ver si en este caso sí puede encontrar al responsable del acto vergonzoso que le hizo pasar una mujer cuando daba datos de muertes, asaltos, robos y todo lo que tenga que ver con la seguridad en el estado, lo cual —según ellos— está bajo control, aunque les da pena reconocer que es bajo control de la delincuencia. Por lo que, al menos esta vez, debería llegar al fondo de todo y echar todo el peso de la ley a quien resulte responsable —aunque en este caso no se ve a otro que a Velázquez Vázquez—.
Es por eso el llamado de Toc Toc en la cabecita del encargado del despacho de la Procuraduría de Justicia de Hidalgo, para que al menos lo que le afecta sea resuelto y deje para después los cientos y miles de “casos aislados” que suceden en esta entidad, donde se comenta que las cosas están peor debido a la actuación de este tipo de personajes que no han demostrado capacidad, pero sí que les hace falta un urgente y verdadero “corte de uñas” y capacitación en materia de ética.
Lo que no se les puede recomendar es que sean asesorados por un tal Gamiño, un sujeto de marras del que se dice que lo único inteligente que tiene es su aparato telefónico; porque, aparte de eso, comentan también que este sujeto tiene de periodista y reportero lo que yo de astronauta. Y que por eso tienen que hacerle con Inteligencia Artificial todos sus comunicados, aunque en realidad —según los observadores— no parece ser el titular de Comunicación Social de ese Congreso, sino más bien fiel seguidor y vocero de su jefe, Andrés Velázquez, a quien no deja ni a sol ni a sombra, mientras que los demás legisladores se las arreglan solos para que al menos alguien diga algo de su importante y destacada labor. ¿Cuál?
Pero además, dicen que si el encargado del despacho de la Procuraduría de Justicia de verdad quiere ver y saber quién lo traicionó, pues solamente debe buscar el caso de una mujer —no se sabe ya si pareja o expareja del titular actual del Poder Legislativo— que posó con varias armas de fuego de grueso calibre que exhibió en redes sociales. Solo así podría saber si son propias, de su pareja o para protección personal. Y dicen los más malpensados que así saldrá la verdad del fuego amigo.










Comentarios